sábado, 10 de agosto de 2013

Usted.

Usted dice que el espacio se mide en deseos de verme y no encuentro la fórmula algebráica para refutarla, aunque en el fondo, sepa que miente; así como usted no podrá desmentirme cuando digo que de silencio y distancia se alimentan las ganas o se mueren de hambre. A las suyas las veo muy bien alimentadas en otros árboles.

Acá entre nos, la distancia es sólo pretexto para acariciarla con los dedos de mi imaginación, como el silencio es solo su excusa para negar que encabezo su lista de venenos por probar. No mentiré en algo, tiene los silencios más hermosos del mundo, para robárselos por las buenas...o por las malas.

Aunque en contadas ocasiones haya visto sus ojos de luna, nada impide el rayo sensual de su mirada en Twitter ó por debajo de mis párpados cuando pensarla no quiero, ni debo, pero ahí está. ¿Y ahora que lo pienso, por qué le estoy hablando de usted?, porque a lo sublime y prohibido,como usted, se le debe respeto de alguna forma. incluso cuando mi fantasiosa mente esté de irrespetuosa arrancándole supuestos gemidos, en donde brotan sus piernas y le rompo de una sola vez, todos sus silencios y morales.

Si las matemáticas no se me dan, el derecho menos. Yo con usted, llevo todas las de perder, pero perder con usted valdría el pecado. Creo que en el infierno, todas las sonrisas son como la suya y he dejado de llamar infierno a nada que no tenga que ver con su nombre ó con su cuerpo. Dicho sea de paso, ya no hay cielo si no está reflejado en sus rendijas de luna.

Dejaré de hablar de usted y empezaré a hablar de ti, que para eso duermo y muero. Porque todavía no nazco, lo haré cuando le quite tu nombre a lo imposible. Cuando llegue la hora de coquetearnos menos y sentirnos más, sin tantas letras de testigo. Dicen los que saben de distancias en espacios redondos, que caminando en sentidos opuestos también podemos encontrarnos, aunque nos tardemos más, aunque en el camino las miradas se extravíen en cualquier laberinto de falsos amores y nuestras ganas parezcan desfallecer en un ataúd de cariño fraternal.

¿Te han dicho que estuviste a un tornillo de acabar en un manicomio?, bonita te verías escribiendo con camisa de fuerza y café todos los días.
Si estás medio loca, escribes bonito y tienes los labios mordisqueables, no soy responsable del infierno que se desate entre nosotros si un día nos atrevemos, ya no se diga cuando llegue aquel nuestro primer beso. El castigo de robarte ese primer beso, porque así es como deben ser los primeros besos, será no poder evitar preguntarme qué sabor tienen tus otros besos.Tu castigo será, porque no hay otro castigo para quien se niega a caer en mis brazos, haber desperdiciado tanto tiempo en otros amores más teóricos que comprobados.

De mis labios aprenderás, que hasta la mordida más leve enciende llamaradas y sabrás que permanecí en tu vida para desaparecerlo todo cada vez que irrumpa en tus entrañas, cuando cada noche juguemos a matarnos la inocencia al borde de tu abismo, a desangrarnos en agua y abrazos, a estrujarnos las ganas y dejar los gritos de nuestros dedos tatuados en la piel. Voy a conquistar el filo de tus navajas  y moriré noblemente en el nudo de tus piernas tersas. Y si tus piernas no se están quietas, tendré que atarlas a la cama y taparé tus ojos perfectos para que de plano no tengas más armas en mi contra que el gemido de tu garganta. Aprenderé que hay viajes que no importa el sentido, siempre y cuando el destino sea el mismo. Lo aprenderé en tus piernas, Mujer.

Ya mejor detengo mis letras, que de infinito se visten los minutos cuando se vive tan lejos y tan cerca de tí. Esta noche, deja la puerta cerrada y tus sueños abiertos. Yo voy a dejar la mirada en el horizonte, y éste escrito en tu imaginación, por si decides volar hacia mí...porque la distancia no es rival para la mente.

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