martes, 26 de febrero de 2013

No tienes fin.

Pisaré sobre tus huellas, me colgaré de tu mano, tengo miedo de volver y que todo haya cambiado, pero aquí todo sigue igual, nosotros somos los diferentes. No me animo a abrir los ojos y no verte en ningún lado, es preferible asirse a lo que pudo haber sido y a un recuerdo falso. Eres aroma, eres viento, eres sed y luego nada, te me cuelas por los ojos, entre el pelo, me llegas hasta el alma entre ecos del ayer, te desvaneces y apareces y vuelvo a ser feliz. Tienen tus colores todos mis intentos por respirar como Dios manda y dejar de suspirar cada vez que a tu sombra se le antoja acompañarme. Si alguien merece aparecer en los créditos finales no eres tú, ni tampoco yo. Tienes mi permiso de exprimirme los sesos en busca de alguna duda con respecto a ti, porque sé que no vas a encontrar nada; si no es mucha molestia, de una vez llévate todas tus cosas y termina por marcharte. Te estás aferrando a mí y tus uñas me están rompiendo la piel. Si quieres ven y acércate, que te voy a cantar algo, wave goodbye, wish me well, you’ve gotta let me go. Y si gustas, contraataca; susúrrame al oído close your eyes, clear your heart, cut the cord, y vas a dar justo en la herida. Quiero algún día poder decirte de frente que ya no causas ningún efecto en mí. Pero para cuando termines de desenredar los hilos yo ya pesaré veintiún gramos menos.



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