Ya no eleva la hojarasca del
suelo
Y no logro encontrar algún
consuelo
En el pozo de retazos del
pasado.
A veces no tienen explicación
las cosas,
A veces el aroma de su pelo
vuelve,
Y los fósforos dentro de mí se
encienden,
Yo me declaro viva cuando tú
me tocas.
Por las mejillas resbalan
gotas de ti,
A paso firme mantengo el rumbo
fijo
Hacia un punto que no lleva a
ningún sitio
Entre senderos que no dejan de
gemir.
Si las canciones comienzan a
sonar tardías
Y mis sentidos ya no son su
brebaje,
Sus manos ya no sostienen mi
coraje
Y sus ojos ya no me recitan
poesía.
Si los cielos se nos cierran
Y el infierno se congela,
¿A dónde nos queda por ir?
No lo sabemos,
Simplemente nos tomamos
Y nos disponemos a partir.
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