viernes, 1 de marzo de 2013

Te quiero.


Aún recuerdo nítidamente el primer "Te quiero mucho" que me dijeron, en aquella libreta de quinto grado de primaria, al final de la extensa confesión por parte de una compañera en donde arriesgaba nuestra amistad. 
Recuerdo cuán bien me hizo sentir. La emoción en el cuerpo y la incredulidad de que algo tan breve como tres palabras me podían llevar al cielo cada vez que las releía.
Desde entonces, quizás, me he reservado esas palabras para personas especiales, y pocas. Tal vez más pocas que las que deberían ser.
Sin embargo no para todos significa lo mismo decir "te quiero". Lo he aprendido con los años. 

Hay "te quiero"s tempranos,  hay otros bastante tardíos.
Hay "te quiero"s tiernos y otros que meten en líos. 


Hay "te quiero"s sinceros, y otros que se dicen por decir.
Hay unos que se dicen al llegar, y otros cuando se tiene que partir.

Hay "te quiero"s espontáneos, y hay otros que son de rutina.
Hay "te quiero"s dichos al oído y otros a través de una bocina.

Hay "te quiero"s que al escucharlos hacen sentirse invencible.
Y hay otros que salen, sin pensar, desde el fondo más sensible.

Hay "te quiero"s que buscan placer, y otros que parecen baratos.
Hubo "te quiero"s que hoy dejaron de ser, y otros que solo son de a ratos.

Hay "te quiero"s que no abarcan un "te amo", y hay "te amo"s que deberían ser "te quiero".
Hay "te quiero"s que son más bien excusas, y otros que van después de un "pero".

Hay "te quiero"s que nacen en un monitor,  y hay otros que se dicen sin palabras.
Hay "te quiero"s que cierran puertas, y otros que invitan a que las abras. 

Hay "te quiero"s en las miradas, y otros cantados en inglés.
Hay "te quiero"s que no se sienten, y otros se sienten aunque no estés.

Hay "Te quiero"s que aterrizan, y otros que son como alas.
Hay "te quiero"s que significan tanto, que opacan las cosas malas.

Hay "te quiero"s que rara vez se dicen pero se demuestran diario.
Hay "te quiero"s que hacen sentirse mal, pero la mayoría tiene el efecto contrario.

Hay "te quiero"s que llevan "mucho" al final, y uno lleva tres veces "u".
Hay "te quiero"s encerrados en un "yo más", y otros en un simple "¡Tú!".
Hay "te quiero"s en los besos, y otros que son más grandes cada día.
Hay "te quiero"s que son inoportunos, y otros que deberían ser "te quería".

Hay muchos modos de decirlo, elige uno, todos son igual de buenos.
Dí más veces "Te quiero", así amamos mucho más, y la vida pesa menos.

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