aunque ensaye, cuando te vas, cómo no extrañarte se me ha olvidado.
Desde que te conozco, busco tu mirada entre la gente, en donde sea,
y ahorro las ganas de besarte para gastárnoslas la próxima vez que te vea.
Sin importar las estrellas, es oscura cada noche que no escucho tu voz,
pero sueño que algún día amaneceremos cumpliendo sueños de los dos.
Son tus lunares mis motivos para dibujarte constelaciones en la piel.
Escribamos nuestra historia en un libro, y que sea inagotable el papel.
Recurro a tus fotos, mensajes y libros para no extrañarte tanto,
me habla de ti todo: la luz del sol, de tus ojos; el viento, de tu canto.
No he tenido dicha más grande que ser la razón de tus sonrisas.
Te bastó un beso para reparar por completo mi corazón hecho trizas.
A veces siento que llegaste a mi vida para darle sentido.
Me da miedo cerrar los ojos y al abrirlos te hayas ido.
Escribiendo es imposible plasmar tu belleza.
Y lo mejor es que este amor... apenas empieza.
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