miércoles, 10 de julio de 2013

Delirios

Me vienen voces de otras vidas,
Un poema que nadie entiende
Tan diferente de otras suertes.
Es oscuro,
Nace de esta sed primitiva,
Del inconformismo,
Del dolor en la base de todas las cosas,
De la creación misma.
Una oda al día nublado,
Al día en que la ciudad quedó vacía
Y todo se volvió frío
Por el sonido de los pasos,
De los metales chocando,
De las pieles perforadas
Que aún resuenan, que aún aturden.
El día en que la ceniza lo volvió todo blanco y negro
Y no pudo borrar tanto caos, sólo lo enterró,
Cuando las cabezas bajaron
Y sus ojos se ensombrecieron.
No hay valentía, pero hay coraje,
Ahí está la mano que quiere tomar la pluma,
La que dejará caer la navaja.
Las aguas se mezclan,
Las letras se ordenan,
Comienzan a crujir las maderas...
Donde el sonido del incomprendido siempre es lastimoso,
Donde la llama termina por encenderse,
Donde los condenados seguimos diciendo que no.


No hay comentarios:

Publicar un comentario