sábado, 18 de mayo de 2013

Indescriptible.


No me digas o me preguntes qué somos. Porque ambos lo sabemos aunque nunca lo hayamos mencionado. Siempre las etiquetas complican las cosas entre las personas.

Lo nuestro es nuestro. Si le ponemos un nombre dejará de ser tan nuestro y será un poquito más como lo que la mayoría tiene. Al sabernos novios pensaremos que nos tenemos seguros el uno al otro, y eso terminará de a poco con las ganas de demostrarnos cuánto nos queremos. Empezarán los celos genuinos y al final la confianza terminará muriendo de anemia. Al ponernos un nombre tendremos que cargar con una rutina de hacer cosas porque tenemos que, y no porque sintamos que haciéndolo enamoraremos más a la persona.
Mejor te invito a no ponernos nombre, sino simplemente demostrarte que soy tuyo, y de nadie mas. A besos, abrazos, caminatas, mensajes, fotos, libros, canciones, veladas, escritos y caprichos cumplidos. Te invito a ser mi nada para luchar diario por darte mi todo y así, aunque no tenga nombre lo que nació de aquel beso robado, sintamos que somos dueños del mundo hoy, y siempre.
Te invito a dejarnos libres para permanecer juntos tomados de la mano, y no enlazados por un título protocolario. Te invito a amarnos sin nombres, para que esto sea indescriptible, como la magia que me haces sentir cada vez que me ves a los ojos.


No hay comentarios:

Publicar un comentario